Retrato de Feliciano Centurión

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Alberto Goldenstein

Retrato de Feliciano Centurión

Impresión cromogénica, copia en el año 1993

El fotógrafo Alberto Goldenstein (Buenos Aires, 1951) captura desde diferentes estadíos de la calle y de su mundo propio, condensa el registro de distintas épocas y el de sus propias vivencias. Lo que hay en sus obras es el paso de una persona por un lugar y un momento determinado y a la vez la habilidad de reconstruir el camino entre un ojo y otro: Goldenstein es un artista que desaparece al momento de tomar la fotografía para que su lugar sea ocupado por un espectador. En la serie Retratos del Mundo del Arte, el artista realiza fotografías netas de colores brillantes de retratos de artistas que pueblan el mundo del arte de la aldea porteña. Goldenstein elige a sus personajes a partir de un conjunto de rasgos y circunstancias que actúan como detonantes en la creación de situaciones visuales. Abstrae algún atributo que define la personalidad del retratado y pone en funcionamiento una elaboración conceptual donde imagina el lugar de la representación y la ficción del relato. En el Retrato de Marcelo Pombo (1989), ubica al artista en la perfumería Ivonne de Corrientes y Callao, posando delante de una vidriera repleta de accesorios de la cosmetología popular como telón de fondo. En el Retrato de Feliciano Centurión (1993), el artista aparece como una diva grandilocuente rodeada por la atmósfera decadente de la confitería El Molino. En ambos casos, el espacio físico adquiere autonomía propia y se identifica plenamente con el retratado, exagerando de manera radical la descripción que Goldenstein expone del personaje.